“Modifícase el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2025″, ordenó el funcionario, después de que el documento señalara que el cambio solo impactaría en el área de salud. No obstante, los otros ámbitos recibirán los mismos fondos públicos que son asignados desde 2023.
Según detalló Francos, la medida implicaría un refuerzo en las partidas destinadas al Ministerio de Salud para cubrir gastos operativos, sueldos y recursos en hospitales clave como el Hospital de Pediatría S.A.M.I.C. “Profesor Dr. Juan Pedro Garrahan”, el Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce - Dr. Néstor Carlos Kirchner”, el Hospital de Alta Complejidad S.A.M.I.C. “El Calafate”, el Hospital de Cuenca Alta Néstor Kirchner, el Hospital Dr. René Favaloro y el Hospital Presidente Néstor Kirchner.
Además, abarcará otros organismos descentralizados como el Hospital en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones “Licenciada Laura Bonaparte”, el Hospital Nacional “Dr. Baldomero Sommer”, el Hospital Nacional “Profesor Alejandro A. Posadas”, el Hospital Nacional y Comunidad “Dr. Ramón Carrillo” y el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur “Dr. Juan Otimio Tesone”.
La Ley de Emergencia Pediátrica, promulgada en mayo, ordenaba la asignación prioritaria e inmediata de fondos al sector pediátrico y la recomposición salarial del personal asistencial y no asistencial, incluida la actualización de ingresos de los residentes en formación.
Frente a esto, el Poder Ejecutivo nacional suspendió la implementación de la norma, tras haber considerado que la normativa no determinó la fuente de financiamiento necesaria para que pueda ser aplicada sin comprometer el objetivo de mantener el equilibrio fiscal.
El costo fiscal estimado para la implementación de esta legislación ascendería a $196.270.000.000, una cifra que, según el Gobierno, superaría ampliamente la capacidad presupuestaria actual del Ministerio de Salud, que presenta un déficit de $102.400.000.000.
De esta manera, advirtieron que una reasignación de recursos de esa magnitud equivaldría al 30% del total de subsidios para medicamentos y tecnología sanitaria y al 60% del presupuesto del programa de prevención de VIH-Sida.
