El histórico Tango 01 deja la Argentina este jueves y viaja a Estados Unidos para ser entregado como parte de pago del nuevo avión presidencial que había comprado Alberto Fernández durante su gestión en una operación de U$S25 millones.

La aeronave, el Boeing 757-200, había sido adquirida por el expresidente Carlos Menem durante su gestión en los 90.

Cinco presidentes argentinos lo utilizaron a lo largo de 23 años de servicio hasta que en 2016 la administración de Mauricio Macri decidió desactivarlo. A partir de allí nunca más voló, pero aún persisten mitos e historias sobre sus alas: de supuestas canillas de oro a sillones para ministros con masajeador.

Adquirido en 1992 durante el gobierno de Carlos Menem por 66 millones de dólares, el avión presentaba detalles de calidad y buen gusto que hacían honor al precio que aquella administración abonó por la unidad.

En 2023 el Director de Mantenimiento de la Flota Presidencial, Fabio Lamas, brindó detalles en una visita a la nave: “Sin duda se puede ver a simple vista que no es un avión común y que tiene cuestiones y detalles que bien podrían ser de un avión de lujo”.

Uno de los principales mitos sobre este avión es que poseía canillas de oro. Lamas explica que no fueron hechas de este material, pero indica que toda la grifería “tiene un baño y tratamiento superficial en oro para mantener el brillo”. Y agrega: “De hecho se ve que por el tiempo que tiene la grifería aún lo conserva. Es símil cromado”.

Lo que aun si puede encontrarse en el avión es el famoso sillón de peluquero que Menem hizo instalar en el baño contiguo al dormitorio presidencial. “Tiene una instalación atípica para un avión que es un sillón de peluquero. El expresidente lo usaba habitualmente”. La unidad contaba, además, con teléfono satelital e internet.

Todos estos materiales y bienes históricos de la aeronave pasaron a formar parte del patrimonio de la empresa C&L Aviatión Group.