Según la hipótesis fiscal, la imputada, en su rol de enfermera del Hospital Regional, habría sustraído ampollas de Fentanilo y Midazolam del área de Cuidados Paliativos y Oncología del mencionado nosocomio. Posteriormente, habría administrado dichas sustancias sin indicación médica a la joven fallecida.
Estos hechos se habrían reiterado en varias oportunidades hasta que -a principios de abril- tras una nueva aplicación de ambos medicamentos la paciente sufrió un deterioro abrupto de salud que le provocó la muerte en cuestión de minutos.
La defensa de Monetti había interpuesto oportunamente un pedido para obtener la prisión domiciliaria, argumentando que la enfermera padece diabetes, beneficio que fue rechazado.
La enfermera, que fue desvinculada del Hospital Regional, está acusada de homicidio culposo, peculado y uso indebido de estupefacientes.