El futbolista fue parte de un triunfo histórico para el Calamar, que conquistó su primer título en la Primera División del fútbol argentino. Con el empuje de su gente y el orgullo de jugar en su tierra, Juárez celebró el campeonato más importante de su carrera profesional.
El único gol del encuentro lo marcó Mainero a los 18 minutos del segundo tiempo, en un partido cerrado y muy disputado. Tras el pitazo final, el festejo fue total: lágrimas, abrazos, y la emoción de todo Platense que tocó el cielo en suelo santiagueño.