La llegada de Rojo es un viejo deseo del club de Avellaneda. El director deportivo Sebastián Saja ya había conversado con el exdefensor de la Selección Argentina, pero su fichaje dependía de que quedara libre de Boca, algo que finalmente ocurrió. Tras despedirse de sus excompañeros en el predio del Xeneize, tendrá una reunión con Milito para sellar el acuerdo.
El contrato se explica por su frágil estado físico: en su paso por Boca sufrió 11 desgarros y una rotura de ligamentos. Pese a esto, su presencia le aportará jerarquía y experiencia a un plantel que ya sumó a Conechny, Elías Torres, Duván Vergara, Forneris y Pardo como refuerzos.
La ficha de Rojo se libera gracias a la salida de Emiliano Saliadarre a Miramar Misiones de Uruguay, lo que permitió a Racing abrir un cupo pese al cierre del mercado. La apuesta es fuerte: si bien Rojo arrastra críticas por expulsiones y declaraciones polémicas, también llega con una racha positiva reciente, tras haber acumulado 12 partidos consecutivos en el primer semestre con Boca.