El presidente Javier Milei vetó este lunes los aumentos en las jubilaciones y en los bonos otorgados a quienes cobran la mínima, la reincorporación de la moratoria previsional por dos años y la declaración de emergencia en discapacidad por el impacto fiscal que conllevan. De esta manera, las prestaciones de Anses tendrán un incremento de 1,62%, tal como estaba previsto. La ley aprobada en ambas cámaras del Congreso establecía un aumento del 7,2% para todos los haberes y pensiones —con excepción de los regímenes especiales—, además de una suba en el bono mensual, que pasaría de $70.000 a $110.000 y se actualizaría según la inflación. Con la derogación oficializada en el Boletín Oficial, el aumento de agosto será por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, que fue de 1,62%. Esto se debe a que a principios del año pasado se estableció que las prestaciones se ajustarían por inflación con dos meses de rezago. Así, los titulares de jubilaciones y pensiones con haberes mínimos cobrarán un bono de $70.000, por lo que la suma total que percibirán será de $384.305,37 ($314.305,37 de haber mínimo con aumento + $70.000 de bono). En tanto, quienes superen el mínimo tendrán un bono proporcional hasta alcanzar los $384.305,37. La Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) será de $321.444,30 ($251.444,30 de haber con aumento + $70.000 de bono) y las Pensiones No Contributivas (PNC) por Invalidez y Vejez, de $290.013,76 ($220.013,76 de haber con aumento + $70.000 de bono). Por otra parte, la Asignación Universal por Hijo (AUH) ascenderá a $112.942; la AUH por Hijo con Discapacidad, a $367.757, y la Asignación Familiar por Hijo, a $56.475 para el primer rango de ingresos. Todos los pagos se realizarán en las fechas estipuladas en el calendario habitual.
En caso de que el Congreso insista con la ley, el Gobierno ya adelantó que irá por la vía judicial. “La política del superávit fiscal es permanente”, había dicho Milei ante la Bolsa de Comercio semanas atrás.