Daniel Darío Díaz había usurpado dos matrículas y así litigaba en Añatuya, entre fiscales, instructores y jueces.

La pena fue resultante de un juicio abreviado consensuado entre la fiscal, María Emilia Ganem y la defensa, a cargo de Enrique Galeano y homologado por el titular del tribunal unipersonal, Julio Carmelo Vidal.

Según la investigación, todo decantó en julio del año 2019. Hasta entonces, jueces y fiscales trabajaban con total naturalidad con el "abogado Daniel Darío Díaz".

Bastó una denuncia para que el andamiaje legal indagase en la formación del hasta ahí letrado del foro local. En menos de seis meses, todos los actores e instituciones develaron que Díaz había estudiado, pero nunca egresado de una casa de altos estudios.

Sin margen de error, fue establecido que Díaz carecía de título habilitante y, por ende, de matrícula. Había usurpado dos matrículas de abogados en ejercicio.

Imputado, ha sido indagado el 20 de diciembre del 2019, ocasión en que habría afirmado que era abogado, aún cuando el informe concluía en lo contrario.

Todas las causas en que intervino Díaz han sido declaradas nulas. En la práctica, muchos procesos debieron instruirse de cero; imputados buscaron nueva defensa; Cámaras Gesell tuvieron que realizarse otra vez.

Ante la contundencia del delito, la defensa de Díaz y Ganem bajaron la persiana y acudieron a un juicio abreviado, cuya condición indispensable es la declaración de culpabilidad.

Así, Díaz fue declarado culpable y condenado a un año de prisión en suspenso, pena a la cual se adosó una batería de reglas de conducta tendientes a mantenerlo bien lejos de cualquier labor atinente al Derecho, enfatizaron los voceros.