El 31 de diciembre del 2018, la víctima denunció que Santa Cruz -del que ya se había separado hacía un mes- le enviaba mensajes vía WhatsApp amenazantes, sosteniendo que el sujeto siempre fue violento y posesivo, a punto tal de decirle: "Vos sos mi mujer y no puedes andar paseándote sola por ahí".
Seis años después, Santa Cruz regresa a las páginas policiales. Ahora, la Fiscalía Federal lo acusa de haberse servido del umbandismo para captar a personas en extrema pobreza y persuadirlas para aunar esfuerzos.
En la práctica, las habría entregado a sujetos inescrupulosos, a fin de que las forzaran a incurrir en sexo pago, pero con él como único beneficiario.
En la incipiente investigación ya declararon varias víctimas, quienes proveyeron detalles, montos, fechas y lugares en los que Santa Cruz obligaba a sus víctimas a "trabajar" para "engordar sus arcas".
Frente al juez
Allí se sustenta el fuerte de la acusación que la próxima semana se convertirá en una batería de interrogantes a ser respondidas en la indagatoria.
Santa Cruz sería asistido por el abogado, Roger Paz, quien adelantó que antes que nada desea interiorizarse acerca de la gravedad de los cargos.